(...) Casi nunca llega la mujer a las alturas del genio, aun cuando estudie tanto como el hombre: casi nunca es inventora, ni contribuye directamente al descubrimiento de ninguna verdad superior y fundamental, ni se entretiene en especulaciones científicas; (...)
Las labores femeninas, costura, bordados, arreglo de Prendas de vestir; la Economía doméstica, cocina, planchado, limpieza y arreglo de la casa (...); el cuidado de los niños y enfermos, son privilegio casi exclusivo de la mujer y deben ser enseñados en las Escuelas de niñas.
(...) la mujer ha de instruirse en lo que constituyen las ciencias del hogar.
(...) con frecuencia lo que predomina en la mujer es la cualidad contraria: la vanidad.
(...) podría ser una buena modista y, en cambio, se hace de ella una medianísima maestra, abogada o farmacéutica (...)
(...) El adulterio de la mujer es más grave que el del marido, porque además de suponer mayor perversidad, falsea la familia convirtiendo en heredero forzoso a un extraño (...) las leyes sean más indulgentes con el varón, cuyo adulterio tiene menos consecuencias, su infidelidad deja de constituir una falta, y en determinados casos un delito.